Love Lesson
Say Londey: Gomen nasai, eh estado ausente, pero con mis
estudios estuve de verdad atareada, y bueno, que más decir, aquí el nuevo capítulo
de Love Lesson.
Capítulo 6: Has regresado.
Hola a todos, en estos momentos no me siento muy bien, la
historia que aquí comenzare me hace entristecer, aun así intentare contarla a
mi pesar. Pero lo más educado seria primero presentarme. Mi nombre es Ryonosuke
Fukushima, o como todos me conocen Ryo. Tengo 16 años de edad y asisto al
colegio como cualquier chico normal, ya que eso soy verdad, bueno, a excepción
de un detalle, formo parte de una banda desde hace algunos años, a pesar de al comenzar
ser unos completos desconocidos fuimos ganando fama y ahora somos muy
reconocidos. Pero no es la fama lo que me importa al integrar esta banda, sino
los grandes amigos que eh hecho con esta, no podría concebir mi vida sin
Hayato, Shuta y Hinata. En verdad los aprecios mucho, los miembros fundadores
en realidad fuimos Hayato y yo, luego conocimos a Shuta y finalmente a Hinata.
La verdad antes de esto solía ser muy tímido, y mi apariencia no era para nada
la de una estrella, todo lo contrario, era un simpático gordito y bajito, pero
con mucho entrenamiento ahora se podría decir que soy atractivo a los ojos de
todos y debo decir que aunque no lo busque las mujeres no me faltan.
Mi
personalidad aun después de la fama no ha cambiado, siempre eh sido muy atento
y amable con todos, y la verdad detesto cuando las chicas se me confiesan ya
que no puedo hacer otra cosa más que rechazarlas. Mi corazón siempre le ha
pertenecido a una persona, claro, no es un amor correspondido, y eh aquí mi
pesar. Y así sin más debo comenzar con mi historia.
En un
día completamente normal volvíamos a mi casa con mi amigo Hayato y su reciente
amigo Naoki, es un chico simpático, algo lúgubre y tímido pero muy agradable,
desde hace tiempo vengo sospechando de su relación con Hayato pero ninguno de
ellos me ha hablado de nada así que prefiero no meterme en lo que no me llaman.
Como decía, regresábamos a mi casa ya que los había invitado a mi casa a jugar
videojuegos pero no me esperaba esto. En la casa de los vecinos alguien se estaba
mudando, esa familia se había mudado hacía tiempo pero quisieron mantener la
casa, no sé por qué. Pero al ver la persona que en realidad se mudaba mi
corazón dio un vuelco.
-Yasu- pronuncie apenas sin creérmelo.
Tanto
Hayato como Naoki no sabían a que me refería, Hayato se adelantó y miro hacia
donde veía notando la presencia de ese hombre, y entonces se dio cuenta.
-Este Ryo… seguro que querrás saludar a tu nuevo vecino… te
parece si nos vemos mañana.
-Eh…- le mire perplejo, él también lo había reconocido, y
era verdad, quería verlo, y que ellos se fueran sería lo mejor, no estaría de
humor para hablarles luego de ver a Yasu- claro… nos vemos mañana en el
colegio, ¿está bien?- dije esforzándome por sonreír.
-Claro, nos vemos- dijo Hayato llevándose a Naoki mas que
rápido.
Trague
saliva y camine hasta el lugar en el que
estaba ese hombre el cual daba indicaciones a los hombres que desempacaban.
-Eso debe ir en la habitación, y eso en la sala de estar…-
decía mientras fumaba un cigarrillo.
-¿Yasu… eres tú?- ese hombre se giró para finalmente verme.
-Ah… sí, soy Yasuhiro, ¿te conozco?
Baje la
mirada avergonzado, ¿cómo es posible esto? A pesar de los años no lo eh
olvidado ni un solo día pero él no es capaz de reconocerme, eso me hirió
bastante, significaba que en su vida yo no eh significado la gran cosa.
-Yasu… soy yo Ryo…
-¿Ryo?- este medito un momento viéndome hasta que finalmente
se dio cuenta y me miro con más extrañeza aun - ¿en verdad eres tu… pero que…?-
me observa intrigado -¿Qué te paso? La última vez que te vi eras un gordo enano
y ahora mírate.
-Bueno… los niños crecen verdad- dije apenado por ser
recordado simplemente como el gordo enano.
-La verdad me has sorprendido, te has convertido en un
apuesto y reluciente joven-
-Ah Yasu… yo…
-Disculpa debo encargarme de la mudanza, te parece si
hablamos mañana.
-Claro… no hay problema.
Dije
para meterme a mi casa e ir directo a mi habitación, mi corazón ardía y latía
con fuerza. Él estaba de vuelta, es un hecho, pero al parecer no recuerda
absolutamente nada de la última vez que nos vimos, eres cruel en verdad Yasu.
Al día
siguiente me sentía muy deprimido, y mis tres amigos lo notaron, Hayato sabía
que me pasaba y sabía que era mejor no mencionarlo, y Hinata era lo
suficientemente maduro como para saber cuándo no debía hablar, pero Shuta…
-Qué demonios te pasa Ryo, has tenido esa cara todo el día,
anímate hombre- decía alegre.
-Ah lo siento Shuta…
Dije
volviendo a quedar con la misma expresión, entonces Hayato y Hinata lo llevaron
a un lado.
-Por favor Shuta, podrías dejar de molestar a Ryo- dijo Hayato.
-Él no se siente bien hoy- secundo Hinata.
-¿Porque que le pasa?- pregunta Shuta hablando bajo como en
secreto.
-Es que ayer se encontró con Yasu… no se siente bien por
eso- dijo Hayato muy bajo.
-¿Y quién es Yasu? ¿Una antigua novia?- dijo Shuta
extrañado.
-Es más complicado que eso- respondió Hinata, a él no le
costaba nada entender las situaciones, pero Shuta…
-Oye Ryo- dijo abrazándolo- olvídate de esa tal Yasu, vamos,
yo te acompañare a un club y conocerás una belleza que te hará olvidar por
completo a esa Yasu.
Tanto
Hayato como Hinata se golpearon la frente, en ese momento querían matar a
Shuta, en verdad era un idiota.
Al
escuchar a Shuta no pude más que reír un poco, mire a los chicos y se veían de
verdad preocupados por mí, no debía preocupar a mis queridos amigos, aun así no
podía quitarme la cara larga.
-Gracias por preocuparse, pero estoy bien… ahora debo ir a
mi clase de música, nos vemos luego si- dije para marcharme a mi salón. Note de
lejos como Hayato y Hinata reñían a Shuta y este se excusaba como si fuera un
cachorro regañado.
Odiaba las clases de música en
este colegio, la profesora en realidad no era muy buena en ningún instrumento,
además estaba embarazada y pronto debía dejar de dar clases por maternidad. Mantenía
mi mirada baja, no miraba a nada en particular. Entonces entro el director del
colegio.
-Buenos días jóvenes, como sabes la profesora Erika está
embarazada y a partir de hoy se tomara licencia por embarazo, así que desde hoy
tendrán un nuevo maestro de música- entonces entro el nuevo profesor al salón.
-Mi nombre es Yasuhiro Otome es un gusto conocerlos- levante
mi mirada más que rápido.
En
efecto, al nuevo maestro que tenía frente a mí era Yasu, sería mi nuevo profesor,
su semblante no había cambiado en nada con los años, su cuerpo delgado, su ropa
suelta y sensual, nunca le agradaron los trajes ni estar muy formal, su cabello
rubio levemente rizado al que ataba con una coleta de caballo baja, y sus ojos
verde esmeralda, de verdad admirarlo era un placer.
-Les diré como serán las cosas desde hoy, muchos creen que
música es una materia sencilla y de relleno pero conmigo las cosas serán
diferentes, tendrán un buen rendimiento o simplemente reprobaran y no aceptare
un rendimiento mediocre.
Todos
se miraron atemorizados por la forma de hablar y el tono de Yasu, como siempre
él era tan bello como intimidante, si tenía que partirte la cabeza contra la
pared para que le presten atención pues créanlo que lo haría, y nunca ha tenido
pelos en la lengua a la hora de decir las cosas, es increíble que exista un ser
tan bello como mal hablado y encima sea profesor.
Aún así
no podía quitarle los ojos de encima durante la clase, sus clases eran
fascinante y se le notaba que conocía mucho de música, nos tocó en el piano
Para Eliza, la primera canción que yo aprendí a tocar y que por cierto fue el
quien me enseño. Al estar acabando la clase él se paró frente al salón.
-Tengo un anuncio, comenzare un club de música, en este
obtendrán un crédito extra, los interesados vengan al salón de música luego de
clases.
No
tenía que decírmelo dos veces, allí estaría, así podría hablar con Yasu.
-Me gustó mucho su clase profesor Otome- dije sonriéndole
encantadoramente.
-Ah… bueno, me alegro señor Fukushima, ¿contare con usted
para el club?
-Téngalo por cierto profesor- dije saliendo, quería saltar
de alegría pero me limite a caminar tan tranquilo como siempre.
Unas
chicas me intersectaron, y comenzaron a hablarme, en verdad parecían interesadas
en mí, pero nunca tuve ojos para ninguna de ellas y ahora mucho menos. Rápidamente
me excuse con ellas y Salí corriendo.
No lo podía
creer, Yasu había regresado, mi corazón solo daba brincos de felicidad y a la
vez de temor, puedo recordar perfectamente la última vez que nos vimos y la
forma en la que me dejo en claro que nunca podría existir nada entre nosotros,
pero, aun después de esa decepción mi corazón en realidad nunca se rindió.
Llegue
a mi casa con muchas cosas en mi cabeza, pero sobre todo una rondaba sin parar,
Yasu, el verlo nuevamente, su rostro tan hermoso como siempre y su forma de ser
tan salvaje, es divertido que se haya convertido en un profesor, es la última
persona a la que imaginaria rodeado de adolescentes idiotas, recuerdo que así
los describía cuando era un niño. De pronto mis pensamientos tomaron otro
rumbo, imaginar el perfecto cuerpo de Yasu, su piel tan blanca, sus labios
rosados, no pude aguantar más y termine tocándome inapropiadamente, pensaba en
el sobre mí, él siempre ha sido del tipo dominante, así que de inmediato lo
imagine como el de arriba, poniendo esas expresión salvajemente deliciosa,
finalmente me vine cuando imagine su clímax.
Al día
siguiente estaba por demás avergonzado por lo que había hecho la noche
anterior, sé que solamente fue una fantasía pero yo siempre eh sido de esta
forma, creo que aun después de convertirme en una estrella de la música mis inhibiciones
nunca se irán. Pase las clases intentando pasar desapercibido, cuando entonces
llego la hora de del club de música me apresure, aunque ver a Yasu luego delo
de ayer me ponía nervioso. Iba a la sala de música cuando unas chicas me
interceptaron, y recordaba a una de ellas, se podría decir que había sido mi
acosadora desde hace un par de años, lo divertido es que había estado con ella
en la escuela primaria y siempre ella y sus amiguitos me molestaban por mi
aspecto rechoncho, supongo que jamás me reconoció en la preparatoria ya sin mis
kilos de más, y se comportaba toda atenta conmigo, siempre coqueteándome y revoloteando
a mi alrededor, era evidente que no sabía que yo era el mismo compañero gordito
del cual se burlaba hace varios años, dios, como detesto a esas chicas
superficiales, aunque como siempre soy un caballero y siempre rechace
amablemente sus avances.
-¿A dónde te diriges Ryo-kun?- pregunto ella muy animada.
-Ah… voy a la sala de música… quiero entrar en el club del
profesor Otome- no estaba en mi naturaleza mentir.
-Oh, eso suena interesante, iremos contigo, es raro que Ryo-kun
se interese en algún club- dijo ella animada caminando ahora junto a mí, que
mal, no quiero que vayan pero me es imposible ser malo con alguien.
Al llegar
a la sala no se encontraba nadie aun, solamente Yasu tocando el piano, era increíble,
tenía una destreza y talento sobrehumanos, no entendía como alguien así estaba
enseñando en una escuela, debería estar dando conciertos en un teatro o algo así.
La música me cautivo, siempre fue lo que más ame de él, sus habilidades al
tocar el piano, siempre me perdía en sus melodías, hacía que mi corazón danzara
el son de la música.
-Otome-sensei, estamos aquí para el club de música- dijo la
chica molesta, quería matarla, había interrumpido mi placido momento escuchando
a Yasu.
-Oh si, lo lamento- se levantó del banquillo junto al piano
y camino hacia nosotros- llegaron temprano, aún no ha venido nadie.
-Es que estaba muy emocionado por el club Otome-sensei- dije avanzando con toda seguridad hacia él.
-Ryo- dijo el mirándome con cierta sorpresa – es increíble,
eres completamente diferente, nunca te habría conocido si no me hablabas- sonrió levemente mientras encendía un
cigarrillo.
-No es correcto fumar en una escuela Yasu- dije sonriendo
simplemente para molestarle.
-¿Que, acaso se lo dirás al director?- dijo Yasu algo
divertido.
-Quizás lo haga- dije sonriendo desafiadoramente.
-Mmm, parece que no es solo tu aspecto físico lo que ha
cambiado- dijo con una expresión divertida viéndome de arriba abajo.
La
chica lo miraba a ael y luego a mi sin entender nada, al parecer ella ni se
imaginaba lo que pasaba por mi mente ene se momento, y eso se podría decir que
tenia que ver con la fantasia de la noche anterior.
-¿Ustedes se conocen? -Pregunto ella algo impaciente ya que
no le prestaban atención, era del tipo de chica que no le gustaba ser ignorada.
-Otome sensei y yo fuimos vecinos hace muchos años- dije
tranquilamente mientras iba a una de las sillas y me sentaba tranquilamente,
je, tranquilo, justo lo opuesto a lo que sentía en ese momento, pero no podía dejar
que él lo notara, no era el mismo de antes e iba a demostrárselo.
-Efectivamente Fukushima era mi pequeño vecino hace algunos
años- dijo yendo hasta el escritorio, pero simplemente tomo un libro de música,
al parecer esperando a que llegaran el resto de los alumnos.
Pronto
la sala estuvo llena de alumnos, el rumor del bello profesor se había extendido
y la mayoría de los chicos eran mujeres que al parecer ya se habían convertido
en admiradoras de Yasu, por alguna razón eso me molestaba. Pero tener algunos
fans no es de preocuparse, yo mismo tengo muchos debido a la banda, porque
enojarme de que Yasu también los tenga, además como no tenerlos, él era
condenadamente hermoso y a diferencia de mí, él siempre lo había sido.
-Muy bien, estoy contento de que muchos hayan querido unirse
al club de música, primero quiero ver sus habilidades, sé que muchos no tocan ningún
instrumento pero de seguro muchos i lo hacen, así que quiero ver que tienen-
dije poyándose contra el escritorio- veamos, quien quiere ser el primero.
Pasaron
algunos estudiantes a demostrar sus habilidades, aunque ninguno era
extraordinario, solo común, confundían muchas notas, trabajo de novatos. Al
parecer a Yasu no le gustaba mucho la situación, tenía una cara de “no esperaba
que fueran tan malos por dios”
-Mi turno- dije levantando la mano con una bella sonrisa,
Yasu levanto una ceja mirándome con una sonrisita y me hiso un ademan de
adelante.
-¿Que instrumento tocas?- pregunto al verme deambular por
los instrumentos.
-De todo un poco en realidad- dije dirigiéndole una sonrisa
para detenerme en el piano -pero hoy tocare el piano, para ser específico la canción
que tú mismo me enseñase hace muchos años.
Yasu pareció
levemente sorprendido, la primera canción que me enseño fue Para Elisa, y
cuando se marchó yo aún no había logrado aprenderme ni la primera parte.
Simplemente me miro mientras me sentaba en el banquillo. Comencé a tocar, mi destreza
con el piano había aumentado considerablemente con los años y ahora para mi
tocarlo era un juego de niños, no era tan bueno como el pero bien que podría darle
competencia. Al finalizar todos los demás estudiantes aplaudían y decían cosas
como “no se esperaba menos de Ryo” “Kya
es tan genial”, simplemente dirigí mi mirada a Yasu al acabar y este me miraba
con gran sorpresa en su rostro.
-Muy bien , ya puedo ver sus habilidades, para la siguiente
clase les daré unas partituras, ustedes intenten practicar un poco si- dijo
recogiendo sus cosas mientras todos salían. Yo esperaba que a menos me dijera
buen trabajo o algo así después de mi deslumbrante actuación, me sentía un poco
decepcionado –Señor Fukushima, espere un momento, tengo que hablar con usted en
privado.
Mi corazón
dio un vuelco, en verdad dijo eso o estaba soñando. En fin, me quede quieto mirándole
de reojo esperando a que todos salieran, mientras el simplemente recogía sus
cosas.
-Has mejorado mucho Ryo- dijo el cuándo finalmente todos salieron.
-Si eso es lo único que tenías que decirme me marcho, tengo
cosas que hacer- dije intentando parecer indiferente, cosa que rara vez hacía.
-Oh, parece que no solo tu físico ha cambiado, estas más
desafiante ahora- dijo mirándome algo divertido mientras encendía otro
cigarrillo.
- Y tu no has cambiado nada, ya te dije que no es correcto
fumar aquí- dije acercándome y tomando su cigarrillo de su boca y apagándolo al
tirarlo al suelo y pisarlo – aquí no se puede fumar, si quiere hacerlo vaya
afuera.
-Pues veo que algo si no cambio, sigues siendo un amante de
las reglas- dijo – sonriendo divertido.
-Y tu aun te gusta romperlas, recuerdo cuando estaban en
secundaria, no pasaba un dia sin que te metieras en problemas, ¿Cómo demonios
acabaste como profesor?- pregunte viéndole a los ojos.
-Sientes curiosidad eh Ryo- dijo el con expresión divertida-
me marcho a casa, quieres acompañarme, ordenare una pizza para cenar, al menos tendré
compañía—dijo saliendo del salón sin esperar a que le contestara.
No sabía
qué hacer con esa invitación, medite un momento para luego seguirlo, hoy se suponía
que tenía ensayo con la banda, pero no podía declinar la invitación de Yasu. Así
que tuve que llamar a Hayato, el entenderá.
-Ah, Hayato, me surgió algo… no podré ir al ensayo…- dije
algo nervioso.
-¿Enserio? Esto es raro en ti, nunca faltas a un ensayo, ¿estás
bien?-pregunto Hayato preocupado.
-Sí, estoy bien… es que Yasu me invito a su casa a hablar y
yo…- no sabía que más decirle.
-¿Yasu te invito?- por un momento pareció meditarlo y luego
suspirando dijo –vale, yo le diré a los demás, ten cuidado, y si pasa cualquier
cosa llámame sí.
Colgué
y sonreí, en verdad Hayato era un buen amigo, siempre preocupándose por mí.
Durante el camino a casa o dijimos ni una palabra y al llegar lo primero que
Yasu hiso fue pedir una pizza a domicilio para luego dejarse caer en el sofá,
yo no estaba en mi casa y no sabía qué hacer, estaba un poco nervioso, Yasu lo noto
y me hiso señas para que me sentara a su lado, medite un momento para luego
hacerlo.
-Has cambiado mucho, dime ¿Qué más ha cambiado en ti durante
todos estos años?
-Ah bueno…- su pregunta repentina me sorprendió, medite un
momento y sin mirarlo comencé a hablar – pues… como vez aprendí a tocar bien el
piano y ahora formo parte de una banda muy popular y reconocida, se llama Love
Lesson… no sé si nos has escuchado alguna vez.
-Así que Ryo miembro de una banda, quien lo diría- dijo
encendiendo otro cigarrillo – supongo que ahora con esa carita y ese cuerpo las
chicas te llueven.
-Ah… seria engreído de mi parte decirlo pero si, se me han
declarado muchas chicas y eh salido con varias…. Pero no lo sé, nunca me eh
enamorado de ninguna- dije sin mirarlo.
- ¿Cómo así? Eh visto a las chicas que te hablaban, eran muy
lindas, es raro que no te guste ninguna- dijo el dando una bocanada de cigarro.
- Como explicarlo…- ¡sigo enamorado de ti idiota! Grito mi
mente – ninguna me ha atraído demasiado, son lindas para pasar un rato
divertido… pero luego de eso no tengo ningún interés particular.
-Ya veo- dijo simplemente aparentemente sin ningún interés.
-Quizás sea gay y todavía no me di cuenta- dije bromeando y
riendo.
-Eso es algo que simplemente uno sabe, nunca experimentaste
para saberlo, que se yo, con un amigo o algo- dijo el tranquilamente mientras
yo me sonrojaba.
-Nunca podría hacer eso con un amigo- dije mirándolo alarmado.
-¿Por qué no? Yo lo hice en la universidad- no podía creer
lo que me estaba diciendo, ¿el experimentando con amigos en la universidad? –
pero si te da vergüenza hacerlo con amigos búscate a un reemplazo.
-Para ti es muy fácil decirlo- dije molesto, como puede
decirme que me busque a alguien para experimentar cuando al único que quiero es
a el, así que decidí seguirle el juego –tienes razón, conozco un bar gay cerca
de aquí, allí conseguiré de seguro a alguien con quien experimentar.
-¡Esta mal de la cabeza!- el tono molesto de Yasu me
sobresalto- si vas a buscarte a alguien con quien hacer esas cosas no lo hagas
con desconocidos y menos en un bar gay, a un chico lindo y bueno como tú te devoraran
y terminaras violado en algún hotelucho cerca de allí, eres idiota al pensar en
algo así.
-Yasu…- me sorprendió mucho que se pusiera así de molesto
por eso, acaso ¿el se preocupa por mi? Como sea, no voy a ceder - ¿y que me sugieres?
no soy capaz de experimentar con un amigo mío y me dices que no vaya a uno de
esos lugares, ¿Cómo quieres que me dé cuenta si soy o no gay?
-Pues…- note como Yasu se puso a meditar, no sé qué cosas le
pasaban por la mente, el siempre eran un enigma, conociéndole daría por
terminada la charla y me sacaría a patadas de su casa por molestarlo mucho – intenta
conmigo entonces.
-Que…. –estaba tan sorprendido que no pude decir nada más.
-Pues soy hombre, y técnicamente no somos amigos, solo
conocidos- dijo tranquilamente sin incomodarse ni un poco.
-Pero… sabes que yo soy hombre…. Además de que soy tu
alumno- dije mirándole aun sin creerlo.
-Ya te dije que eh experimentado así que el que seas hombre
no me preocupa, y que seas mi alumno… pues no soy un profesor común y
corriente, eso ya deberías saberlo, mientras tu no digas nada nadie se enterara-
dijo riendo levemente, en verdad nunca se lo que pasa por la mente de Yasu.
-Y me permitirías…-trague saliva- besarte y esas cosas…
-Sí, pero solamente besos y alguna caricia, nada de sexo,
debo conservar algo de mi integridad como profesor- me observo de reojo, sabía
que estaba en duda, pero creo que mi cara toda roja como tomate no disimulaba
mucho.
-Acepto- dije intentando verme tranquilo cuando por dentro
era un mar de nervios-¿Puedo comenzar ahora?
Yasu asintió
mirándome y se sentó como si esperara a que yo diera el primer paso, no sabía qué
hacer, ya había tenido sexo con chicas antes, no entendía por qué estaba tan
nervioso, me fui acercando poco a poco a Yasu, sus labios quedaron muy cerca de
los mios, coloque una mano en su mejilla y este cerro los ojos, yo también lo
hice y me acerque hasta sentir su respiración…
Continuara…
Say Londey: bueno gracias por leer, pronto traeré el nuevo capítulo,
que estén bien byee.
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