martes, 6 de febrero de 2018

Sweet Blood


Say Londey: Hola a todos, antes que nada a los lectores hay que advertir, estas historias publicadas por mí son Yaoi, o sea chico x chico, si no te gusta no leas, pero si como a mi te gustan estas historias continua leyendo y disfruta ^^. Aquí traigo una nueva historia, Sweet Blood, continuare con los demás capítulos de las anteriores historias, pero andaba con esta nueva historia en la cabeza y así que no me resistí a publicarla aquí, pronto publicare más, bueno, disfruten ^^.


Sweet Blood

Capítulo 1: un compañero problemático

Luego de su último trabajo Abel se encontraba sumamente exhausto. Un trabajo que había consistido en localizar y capturar a un vampiro desobediente que se había fugado de su amo para andar el solo por las calles del mundo humano, algo que es penado por la ley de los del bajo mundo debido a que el mundo de los humanos era zona restringida a menos que se tenga un permiso especial por parte del gremio de los vampiros. Aun así ese nuevo vampiro había ignorado todas las leyes y se paseaba tranquilamente alimentándose de alguna victima casual. Para ese trabajo Abel no tuvo el más mínimo problema en localizarlo, y el vampiro como idiota bebió de un somnífero que Abel le había dado como si nada, completamente ingenuo, pero todos los nuevos vampiros lo eran. Luego de llevar su presa con su dueño se marchó a su hogar, un pequeño apartamento en una zona precaria de la ciudad. Era pequeño pero tenía una gran habitación para sus cosas de magia y las comodidades básicas que necesitaba.

Abel es medio ángel y medio mortal, su padre es un prodigioso mago que le enseño todo lo que sabe de magia y diferentes brebajes mágicos, mientras que su madre era un ángel la cual heredo a Abel sus poderes curativos. Pertenece a un gremio de caza recompensas del bajo mundo donde por lo general sus clientes son seres de los que los humanos no tienen conocimiento, entre ellos brujas, hombres lobo, cambiantes y vampiros. Debido a su escaza fuerza física Abel podría no ser considerado apto para su trabajo pero lo que no tiene de fuerza lo compensa en inteligencia, gracias a sus poderes y su rostro de ángel es capaz de engañar a cualquiera y así lograr sus misiones.

Lo que más apetecía a Abel luego de una misión era una larga ducha de agua caliente, eso lo relajaba de sobremanera. Pero al escuchar su teléfono sonar no tuvo de otra que salir de la tina y dirigirse a la sala de estar a contestar. Suspiro amargamente luego de escucha de que se trataba para luego colgar.

-No puedo creerlo, acabo de terminar mi trabajo y ya me ofrecieron otro- dijo con mucha molestia.

Rápidamente se vistió con unos jeans desgastados, una camiseta blanca y una chaqueta marrón claro y salir rumbo al gremio de los vampiros. Se encontraba en una zona más ostentosa de la ciudad, es evidente que los vampiros de alto rango no podrían existir en un lugar sin lujos. Dos enormes tipos se interpusieron en su camino cuando se disponía a entrar.

-Vengo a ver al jefe del gremio.

-Nadie nos informó que alguien como tú vendría así que no te dejaremos entrar, ve a divertir en alguna fiesta de cumpleaños infantil mago.

Esa palabra como la pronunciaron le hiso arquear una ceja a Abel, la verdad es que los brujos y vampiros no eran muy amigos por lo que era extraño ser llamado a ese lugar, pero lo que de momento lo molestaba más eran esos mastodontes sin cerebro que no le dejaban entrar, estaba a punto de rociaros con la poción de sueño como al vampiro de antes.

-Déjenlo pasar, lo estamos esperando.

Abel estiro el cuello para dentro del edificio donde las grandes puertas se habían abierto, allí apoyado contra el marco se encontraba un joven de unos veinte y pocos (en apariencia claro) de cabello negro, ojos rojos y aspecto gótico, y no era la primera vez que Abel lo veía, no era alguien más dentro del gremio, ese joven sumamente atractivo se llamaba Kuro, era la mano derecha del jefe del gremio de los vampiros y a pesar de su belleza era uno de los vampiros más letales que hubiera conocido… además de ser un completo maldito arrogante.

-Te esperábamos hace una hora, que acaso los magos son tortugas o que.

-Te informo que mi casa está al otro lado de la ciudad y no tengo transporte.

-¿Qué se te rompió tu escoba?-  Dijo en un tono burlón que hizo que Abel quisiera darle una patada en la entrepierna.

Kuro se giró volviendo dentro para luego Abel observar que ahora si los guardias le cedían el paso, ellos sabían bien que debían obedecer todo lo que Kuro les dijera, no por ser el guardaespaldas personal del jefe sino porque les arrancaría la cabeza sin compasión si no hacían lo que él decía.

Caminaron por los amplios pasillos del lugar, era increíble la estructura, altos techos, marcos de oro en los cuadros, esculturas increíbles y un lujo que saltaba a la vista, los vampiros podían ser muy materialistas. Finalmente llegaron al final del pasillo, una enorme puerta de roble estaba cerrada delante de ellos, para luego ser abierta con toda facilidad por Kuro pero cuando Abel la cerro detrás noto que era sumamente pesada, había que tener fuerza para manipularla.

-Bienvenido Abel, ¿cómo has estado?- esas palabras fueron pronunciadas por un hombre sentado tranquilamente detrás de un enorme escritorio de metal, los vampiros no le tenían cariño a la madera, este le indico que se sentara en la silla frente a él, mientras Abel observo como Kuro daba la vuelta para apoyarse en el marco de la ventana detrás del jefe.

-Entiendo que tiene un trabajo para mi señor Morfeus- dijo Abel mientras se sentaba lentamente en el asiento que le indicaron mirando de reojo a Kuro, era alguien que por su reputación lo ponía un poco nervioso.

-¿Desea algo para beber?- dijo señalando una mesita cerca de Abel pero al este notar que se trataban de botellas de bebidas fuertes prefirió pasar, el alcohol no era bueno para los sentidos al iniciar una cacería, aunque sus ojos se posaron en el líquido de una botella en especial, por el aroma y color supo que se trataba de sangre, el solo pensar en beber eso le revolvía el estómago.

-No gracias… prefiero que vayamos directo al asunto por el que se me solicito.

-Vaya… y yo creía que no había nadie más impaciente que Kuro- dijo Morfeus riendo – de acuerdo, vayamos al grano, la situación es esta, hemos recibido un informe de que hay un vampiro operando fuera de nuestras leyes, este no solo se alimenta indiscriminadamente sino que está convirtiendo a sus víctimas, suponemos que intenta crear una especie de ejército, vaya a saber porque, cosa que no podemos permitir, por lo que necesitamos al líder de la operación y más que nada la razón de sus acciones.

-Ya veo, ¿así que mi trabajo consistiría en averiguar quién es el líder y que desea con todo esto?.- dijo Abel meditando.

-Así es, tenemos una pista, una vampira renegada se ha unido a él, pero tengo a alguien que la conoce de cara e ira contigo a ayudarte- dijo viéndolo con esos ojos amarillos luminosos que resultaban enigmáticos para los mortales.

-Por lo general trabajo solo, no se ofenda- dijo Abel mostrando cierto aire de arrogancia, pero el jamás trabajaba en equipo, por lo general eran solo una carga.

-Quien se va a ofender no soy yo sino tu compañero, no se le da bien el que le digan que es una carga- malditos vampiros, pensó Abel, ellos podían leer la mente y de seguro habían leído lo de considerar una carga- por cierto aquí está su compañero.

-¿Qué? -  dijo mirando para todas partes, quizás algún vampiro se había colado por algún lado y no lo había visto, pero nop, solo estaban allí Abel, Morfeus y…

-En efecto, quien te acompañara será Kuro- dijo con una sonrisa divertida al ver la cara de Abel.

-¿Debo trabajar con… Kuro?- dijo Abel sin poder creer lo que decía, ¿Por qué de todos los vampiros que había en el maldito gremio tenía que ser Kuro?!!

-Así es, Kuro ya sabe los demás detalles así que ya se pueden retirar así comienzan a trabajar lo más pronto posible- dijo Morfeus haciendo un además con la mano como si no tuviera nada más que decir y Abel sabía que contrariar al jefe de los vampiros no era nada bueno y menos estando en su guarida.

Ambos salieron a la calle, Abel observo a Kuro, en efecto por su cara sabía que a él tampoco le alegraba la idea de trabajar juntos.

-Oye Kuro...- si tenía que trabajar con él al menos podrían llevarse mejor.

-No me hables a menos que sea necesario, no tengo ningún interés en trabajar con un angelito mago, yo trabajo solo, si te estoy siquiera hablando ahora es por órdenes de Morfeus, pero en lo que a mí respecta eres solo una carga- dijo dirigiéndose a una gran motocicleta negra estacionada frente al lugar.

-Maldito vampiro- dijo Abel por lo bajo frunciendo el ceño, no sabía que tenía en la cabeza Morfeus para ponerlo a trabajar con Kuro, era un tipo soberbio, arrogante y antipático, nadie se le podía acercar por su mal genio, pero Abel no dejaba que nadie se le impusiera, así que fue con el mentón en alto y tomo a Kuro del brazo para que lo mirara – te crees que yo quiero trabajar con maldito arrogante como tú, el que será una carga serás tú, además tu eres solo un ayudante en este caso, yo soy el que dará las ordenes aquí, que entre tú y yo el que tiene más inteligencia soy yo.

-¿Ah sí?- Kuro sonrió divertido, como si hubiera dicho algo de lo más gracioso, se ve que no estaba acostumbrado a que le hicieran frente – dígame señor inteligencia ¿sabe usted por donde comenzar a buscar alguna pista?

- Ah… pues…- Abel lo observo un momento pensativo – usare un encantamiento para localizar donde puede estar…

-Conozco a los magos, para localizar a alguien necesitas o saber el rostro de la persona que buscas o tener una prenda o algo de esa persona ¿tienes algo de eso?- dijo Kuro con toda la arrogancia del mundo.

-Pues… no pero… se dónde se reúnen los vampiros en general, un bar…- dijo Abel pensativo.

-Pues si conoces la ubicación de ese bar entonces debes saber que allí no entra nadie más que los vampiros y sus acompañantes, o sea, sin mi tu no podrías entrar.

-Que… pero… tú vienes conmigo así que…

-¿Y quien te dijo que te dejaría entrar conmigo?- dijo con una sonrisita de medio lado.

Abel suspiro pesadamente, de todos los vampiros en ese maldito gremio le tenían que asignar un compañero como Kuro, era insoportable.

-Vale… tu ganas, lo  importante es completar la misión… - y si para eso debía tragarse el orgullo con ese tipo así seria – tu guías, pero entrare contigo para ayudarte, después de todo yo también estoy en esto, ¿está bien?

Kuro lo observo ladeando la cabeza como analizando cada detalle de su rostro, que lo observaran así ponía a Abel muy nervioso, después de todo Kuro era un vampiro y estos eran depredadores natos. Kuro hiso un pequeño asentimiento con la cabeza y le indico con la cabeza la motocicleta estacionada, al llegar a ella le lanzo un casco mientras se colocaba uno el mismo, Abel subió detrás de él y así partieron rumbo a la zona de la ciudad donde se encontraba ese bar en específico.

Al llegar fuera del bar observaron un momento la fachada, en efecto los únicos que entraban eran vampiros acompañados por sumisas presas humanas, algunas sabían y otras no en lo que se metían, pero como operaban dentro de las leyes del gremio no había problema, Kuro le dio una miradita divertida a Abel y este comprendió al instante de que trataba esta, allí solo entraban los vampiros y sus amantes, así que Kuro se acercó y lo tomo por la cintura susurrándole al oído.

-Bien, si quieres entrar conmigo inicia la actuación – dijo para luego besar su cuello, una acción que le causó un gran estremecimiento por todo su cuerpo, fue una sensación sumamente rara, nunca había experimentado algo así, - ¿y bien?

-Claro, comienza la actuación- dijo colocando una mano en su espalda y la otra en el pecho de Kuro, intentando actuar como las demás personas que entraban.

El guardia de seguridad dio una ojeada a Abel el cual actuaba como una de esas sumisas que habían entrado hacia un momento y luego observo a Kuro, este era sumamente famoso entre todos los vampiros dentro y fuera del gremio, y sabía que no le convenía prohibirle la entrada a menos que quisiera problemas, además no era la primera vez que Kuro venía a divertirse a ese lugar.

Al ingresar al lugar había una extraña atmosfera, Kuro estaría acostumbrado al lugar pero Abel no, y ver esas escenas de vampiros alimentándose, y no solamente de sangre, era un espectáculo demasiado extraño para él, sus ojos se posaron en un hombre que aparentaba unos 50 (era un vampiro así que quien sabe su edad real) el cual estaba con una joven de no más de 25 a la cual manoseaba por debajo de la falda llevándola a un frenesí mientras sus labios se paseaban por su cuello, sin morderla pero deleitándose con ella. Kuro observo en dirección a donde Abel observaba, y noto su rostro confundido, sonrió divertido al darse cuenta de lo que pasaba por su cabecita.

-¿Qué es la primera vez que tienes frente a ti esta especie de espectáculo?

-Eh…- Abel salió de esa burbuja para mirar a Kuro completamente sonrojado- que dices… es evidente que eh visto estas cosas antes… soy un cazador experimentado… yo… veo mucho esto… en el trabajo…- su vos se hacía cada vez menos audible, no sabía mentir.

-Así que nunca has presenciado este tipo de cosas eh- dijo Kuro mirándolo de arriba abajo - ¿tampoco las has experimentado en carne propia?

-No tengo tiempo para esas cosas, entre mi trabajo y mi entrenamiento de mago no tengo mucho tiempo libre…

-Siempre hay tiempo para el sexo- dijo Kuro mirándolo con una sonrisita picara notando como el rostro de Abel enrojecía.

Kuro lo tomo de la mano besándole la palma, para luego tirar de él rumbo al sector VIP, donde el guardia que lo vigilaba los dejaba pasar al ver a Kuro, para luego sentarse ambos en uno de los sofás acogedores del lugar, Kuro tiro de Abel dejándolo sobre el mientras acariciaba su mejilla con una mano y su trasero con la otra observándolo con una expresión lujuriosa. Abel mientras tanto no daba más de vergüenza y sentía su cuerpo arder con el contacto de Kuro y por la atmosfera a su alrededor.

-Esta… estamos en una misión Kuro… no estamos aquí para esto…- dijo avergonzado desviando la mirada.

-¿Esto?- pregunto Kuro levantando una ceja divertido – estamos trabajando por si no te diste cuenta, la mujer a la que buscamos le encanta venir a este bar y en especial a esta zona VIP, así que tenemos que esperar aquí a que ella aparezca… y mientras tanto, hay que actuar…

-¿Actuar? -Abel miro con sorpresa a Kuro- ¿a qué te refieres con actuar?

-Para no llamar la atención tenemos que hacer lo que hacen los demás, de lo contrario se darán cuenta de que no estamos aquí solamente por placer- su voz sonaba muy sensual mientras pronunciaba esas palabras en el oído de Abel.

- Tenemos que actuar como los demás… para no llamar la atención…- levanto la mirada para a observar al resto de los vampiros y humanos que habían alrededor, y estaban en situaciones muy calientes, para alguien que no estaba acostumbrado a ellos era demasiado para Abel.

-Tranquilo – dijo Kuro tomando a Abel del mentón – no tenemos que ir tan lejos como algunos de aquí, sé que sería demasiado para un virgen.

-¿Virgen?- dijo Abel levantando la cabeza todo avergonzado- ¿!y quien te dijo que soy virgen!? Para que sepas tengo mucha experiencia.

-Si como no- dijo Kuro con una sonrisita divertida notando que ponía molesto a Abel, y dios, sí que se veía adorable con esa expresión de enojo – pruébalo.

-¿Probarlo? -Abel abrió grandes los ojos observándolo sin saber qué hacer.

Decidido a no perder contra Kuro se sentó en sus piernas con las suyas a cada lado abrazándolo por el cuello y viéndolo fijamente, a lo que Kuro correspondió manteniendo su mirada, no sabía muy bien que hacía, o si se debía al extraño ambiente, pero Abel notaba a Kuro increíblemente atractivo e irresistible, sin pensarlo más se acercó y le beso, pronto Kuro sin desear perder le correspondió uniendo sus lengua en un gran frenesí, las manos de Kuro comenzaron a recorrer el cuerpo de Abel, de una manera tan hábil que arranco algunos gemidos por parte de Abel, se dejaban llevar y Abel comenzaba a olvidar el lugar en el que se encontraban. Solo existan ellos dos.

Continuara…



Say Londey: Bueno muchas gracias por leer, en poco tiempo publicare la continuación, espero les haya gustado, (Por cierto dejo aquí al lado un dibujo hecho por mí que sería yo versión anime, jeje, los colores no quedan muy lindos escaneados y me gusta más dibujar en blanco y negro, juro que quedan mejor a lápiz o.o agregar color no es lo mío quedan diferentes del original, la próxima subo uno a lápiz y ya jeje) byee ^^

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Love Lesson capitulo 6


Love Lesson

Say Londey: Gomen nasai, eh estado ausente, pero con mis estudios estuve de verdad atareada, y bueno, que más decir, aquí el nuevo capítulo de Love Lesson.

Capítulo 6: Has regresado.

                Hola a todos, en estos momentos no me siento muy bien, la historia que aquí comenzare me hace entristecer, aun así intentare contarla a mi pesar. Pero lo más educado seria primero presentarme. Mi nombre es Ryonosuke Fukushima, o como todos me conocen Ryo. Tengo 16 años de edad y asisto al colegio como cualquier chico normal, ya que eso soy verdad, bueno, a excepción de un detalle, formo parte de una banda desde hace algunos años, a pesar de al comenzar ser unos completos desconocidos fuimos ganando fama y ahora somos muy reconocidos. Pero no es la fama lo que me importa al integrar esta banda, sino los grandes amigos que eh hecho con esta, no podría concebir mi vida sin Hayato, Shuta y Hinata. En verdad los aprecios mucho, los miembros fundadores en realidad fuimos Hayato y yo, luego conocimos a Shuta y finalmente a Hinata. La verdad antes de esto solía ser muy tímido, y mi apariencia no era para nada la de una estrella, todo lo contrario, era un simpático gordito y bajito, pero con mucho entrenamiento ahora se podría decir que soy atractivo a los ojos de todos y debo decir que aunque no lo busque las mujeres no me faltan.

                Mi personalidad aun después de la fama no ha cambiado, siempre eh sido muy atento y amable con todos, y la verdad detesto cuando las chicas se me confiesan ya que no puedo hacer otra cosa más que rechazarlas. Mi corazón siempre le ha pertenecido a una persona, claro, no es un amor correspondido, y eh aquí mi pesar. Y así sin más debo comenzar con mi historia.

                En un día completamente normal volvíamos a mi casa con mi amigo Hayato y su reciente amigo Naoki, es un chico simpático, algo lúgubre y tímido pero muy agradable, desde hace tiempo vengo sospechando de su relación con Hayato pero ninguno de ellos me ha hablado de nada así que prefiero no meterme en lo que no me llaman. Como decía, regresábamos a mi casa ya que los había invitado a mi casa a jugar videojuegos pero no me esperaba esto. En la casa de los vecinos alguien se estaba mudando, esa familia se había mudado hacía tiempo pero quisieron mantener la casa, no sé por qué. Pero al ver la persona que en realidad se mudaba mi corazón dio un vuelco.

-Yasu- pronuncie apenas sin creérmelo.

                Tanto Hayato como Naoki no sabían a que me refería, Hayato se adelantó y miro hacia donde veía notando la presencia de ese hombre, y entonces se dio cuenta.

-Este Ryo… seguro que querrás saludar a tu nuevo vecino… te parece si nos vemos mañana.

-Eh…- le mire perplejo, él también lo había reconocido, y era verdad, quería verlo, y que ellos se fueran sería lo mejor, no estaría de humor para hablarles luego de ver a Yasu- claro… nos vemos mañana en el colegio, ¿está bien?- dije esforzándome por sonreír.

-Claro, nos vemos- dijo Hayato llevándose a Naoki mas que rápido.

                Trague saliva  y camine hasta el lugar en el que estaba ese hombre el cual daba indicaciones a los hombres que desempacaban.

-Eso debe ir en la habitación, y eso en la sala de estar…- decía mientras fumaba un cigarrillo.

-¿Yasu… eres tú?- ese hombre se giró para finalmente verme.

-Ah… sí, soy Yasuhiro, ¿te conozco?

                Baje la mirada avergonzado, ¿cómo es posible esto? A pesar de los años no lo eh olvidado ni un solo día pero él no es capaz de reconocerme, eso me hirió bastante, significaba que en su vida yo no eh significado la gran cosa.

-Yasu… soy yo Ryo…

-¿Ryo?- este medito un momento viéndome hasta que finalmente se dio cuenta y me miro con más extrañeza aun - ¿en verdad eres tu… pero que…?- me observa intrigado -¿Qué te paso? La última vez que te vi eras un gordo enano y ahora mírate.

-Bueno… los niños crecen verdad- dije apenado por ser recordado simplemente como el gordo enano.

-La verdad me has sorprendido, te has convertido en un apuesto y reluciente joven-

-Ah Yasu… yo…

-Disculpa debo encargarme de la mudanza, te parece si hablamos mañana.

-Claro… no hay problema.

                Dije para meterme a mi casa e ir directo a mi habitación, mi corazón ardía y latía con fuerza. Él estaba de vuelta, es un hecho, pero al parecer no recuerda absolutamente nada de la última vez que nos vimos, eres cruel en verdad Yasu.

                Al día siguiente me sentía muy deprimido, y mis tres amigos lo notaron, Hayato sabía que me pasaba y sabía que era mejor no mencionarlo, y Hinata era lo suficientemente maduro como para saber cuándo no debía hablar, pero Shuta…

-Qué demonios te pasa Ryo, has tenido esa cara todo el día, anímate hombre- decía alegre.

-Ah lo siento Shuta…

                Dije volviendo a quedar con la misma expresión, entonces Hayato y Hinata lo llevaron a un lado.

-Por favor Shuta, podrías dejar de molestar a Ryo- dijo Hayato.

-Él no se siente bien hoy- secundo Hinata.

-¿Porque que le pasa?- pregunta Shuta hablando bajo como en secreto.

-Es que ayer se encontró con Yasu… no se siente bien por eso- dijo Hayato muy bajo.

-¿Y quién es Yasu? ¿Una antigua novia?- dijo Shuta extrañado.

-Es más complicado que eso- respondió Hinata, a él no le costaba nada entender las situaciones, pero Shuta…

-Oye Ryo- dijo abrazándolo- olvídate de esa tal Yasu, vamos, yo te acompañare a un club y conocerás una belleza que te hará olvidar por completo a esa Yasu.

                Tanto Hayato como Hinata se golpearon la frente, en ese momento querían matar a Shuta, en verdad era un idiota.

                Al escuchar a Shuta no pude más que reír un poco, mire a los chicos y se veían de verdad preocupados por mí, no debía preocupar a mis queridos amigos, aun así no podía quitarme la cara larga.

-Gracias por preocuparse, pero estoy bien… ahora debo ir a mi clase de música, nos vemos luego si- dije para marcharme a mi salón. Note de lejos como Hayato y Hinata reñían a Shuta y este se excusaba como si fuera un cachorro regañado.

Odiaba las clases de música en este colegio, la profesora en realidad no era muy buena en ningún instrumento, además estaba embarazada y pronto debía dejar de dar clases por maternidad. Mantenía mi mirada baja, no miraba a nada en particular. Entonces entro el director del colegio.

-Buenos días jóvenes, como sabes la profesora Erika está embarazada y a partir de hoy se tomara licencia por embarazo, así que desde hoy tendrán un nuevo maestro de música- entonces entro el nuevo profesor al salón.

-Mi nombre es Yasuhiro Otome es un gusto conocerlos- levante mi mirada más que rápido.

                En efecto, al nuevo maestro que tenía frente a mí era Yasu, sería mi nuevo profesor, su semblante no había cambiado en nada con los años, su cuerpo delgado, su ropa suelta y sensual, nunca le agradaron los trajes ni estar muy formal, su cabello rubio levemente rizado al que ataba con una coleta de caballo baja, y sus ojos verde esmeralda, de verdad admirarlo era un placer.

-Les diré como serán las cosas desde hoy, muchos creen que música es una materia sencilla y de relleno pero conmigo las cosas serán diferentes, tendrán un buen rendimiento o simplemente reprobaran y no aceptare un rendimiento mediocre.

                Todos se miraron atemorizados por la forma de hablar y el tono de Yasu, como siempre él era tan bello como intimidante, si tenía que partirte la cabeza contra la pared para que le presten atención pues créanlo que lo haría, y nunca ha tenido pelos en la lengua a la hora de decir las cosas, es increíble que exista un ser tan bello como mal hablado y encima sea profesor.

                Aún así no podía quitarle los ojos de encima durante la clase, sus clases eran fascinante y se le notaba que conocía mucho de música, nos tocó en el piano Para Eliza, la primera canción que yo aprendí a tocar y que por cierto fue el quien me enseño. Al estar acabando la clase él se paró frente al salón.

-Tengo un anuncio, comenzare un club de música, en este obtendrán un crédito extra, los interesados vengan al salón de música luego de clases.

                No tenía que decírmelo dos veces, allí estaría, así podría hablar con Yasu.

-Me gustó mucho su clase profesor Otome- dije sonriéndole encantadoramente.

-Ah… bueno, me alegro señor Fukushima, ¿contare con usted para el club?

-Téngalo por cierto profesor- dije saliendo, quería saltar de alegría pero me limite a caminar tan tranquilo como siempre.

                Unas chicas me intersectaron, y comenzaron a hablarme, en verdad parecían interesadas en mí, pero nunca tuve ojos para ninguna de ellas y ahora mucho menos. Rápidamente me excuse con ellas y Salí corriendo.

                No lo podía creer, Yasu había regresado, mi corazón solo daba brincos de felicidad y a la vez de temor, puedo recordar perfectamente la última vez que nos vimos y la forma en la que me dejo en claro que nunca podría existir nada entre nosotros, pero, aun después de esa decepción mi corazón en realidad nunca se rindió.

                Llegue a mi casa con muchas cosas en mi cabeza, pero sobre todo una rondaba sin parar, Yasu, el verlo nuevamente, su rostro tan hermoso como siempre y su forma de ser tan salvaje, es divertido que se haya convertido en un profesor, es la última persona a la que imaginaria rodeado de adolescentes idiotas, recuerdo que así los describía cuando era un niño. De pronto mis pensamientos tomaron otro rumbo, imaginar el perfecto cuerpo de Yasu, su piel tan blanca, sus labios rosados, no pude aguantar más y termine tocándome inapropiadamente, pensaba en el sobre mí, él siempre ha sido del tipo dominante, así que de inmediato lo imagine como el de arriba, poniendo esas expresión salvajemente deliciosa, finalmente me vine cuando imagine su clímax.

                Al día siguiente estaba por demás avergonzado por lo que había hecho la noche anterior, sé que solamente fue una fantasía pero yo siempre eh sido de esta forma, creo que aun después de convertirme en una estrella de la música mis inhibiciones nunca se irán. Pase las clases intentando pasar desapercibido, cuando entonces llego la hora de del club de música me apresure, aunque ver a Yasu luego delo de ayer me ponía nervioso. Iba a la sala de música cuando unas chicas me interceptaron, y recordaba a una de ellas, se podría decir que había sido mi acosadora desde hace un par de años, lo divertido es que había estado con ella en la escuela primaria y siempre ella y sus amiguitos me molestaban por mi aspecto rechoncho, supongo que jamás me reconoció en la preparatoria ya sin mis kilos de más, y se comportaba toda atenta conmigo, siempre coqueteándome y revoloteando a mi alrededor, era evidente que no sabía que yo era el mismo compañero gordito del cual se burlaba hace varios años, dios, como detesto a esas chicas superficiales, aunque como siempre soy un caballero y siempre rechace amablemente sus avances.

-¿A dónde te diriges Ryo-kun?- pregunto ella muy animada.

-Ah… voy a la sala de música… quiero entrar en el club del profesor Otome- no estaba en mi naturaleza mentir.

-Oh, eso suena interesante, iremos contigo, es raro que Ryo-kun se interese en algún club- dijo ella animada caminando ahora junto a mí, que mal, no quiero que vayan pero me es imposible ser malo con alguien.

                Al llegar a la sala no se encontraba nadie aun, solamente Yasu tocando el piano, era increíble, tenía una destreza y talento sobrehumanos, no entendía como alguien así estaba enseñando en una escuela, debería estar dando conciertos en un teatro o algo así. La música me cautivo, siempre fue lo que más ame de él, sus habilidades al tocar el piano, siempre me perdía en sus melodías, hacía que mi corazón danzara el son de la música.

-Otome-sensei, estamos aquí para el club de música- dijo la chica molesta, quería matarla, había interrumpido mi placido momento escuchando a Yasu.

-Oh si, lo lamento- se levantó del banquillo junto al piano y camino hacia nosotros- llegaron temprano, aún no ha venido nadie.

-Es que estaba muy emocionado por el club Otome-sensei-  dije avanzando con toda seguridad hacia él.

-Ryo- dijo el mirándome con cierta sorpresa – es increíble, eres completamente diferente, nunca te habría conocido si no me hablabas-  sonrió levemente mientras encendía un cigarrillo.

-No es correcto fumar en una escuela Yasu- dije sonriendo simplemente para molestarle.

-¿Que, acaso se lo dirás al director?- dijo Yasu algo divertido.

-Quizás lo haga- dije sonriendo desafiadoramente.

-Mmm, parece que no es solo tu aspecto físico lo que ha cambiado- dijo con una expresión divertida viéndome de arriba abajo.

                La chica lo miraba a ael y luego a mi sin entender nada, al parecer ella ni se imaginaba lo que pasaba por mi mente ene se momento, y eso se podría decir que tenia que ver con la fantasia de la noche anterior.

-¿Ustedes se conocen? -Pregunto ella algo impaciente ya que no le prestaban atención, era del tipo de chica que no le gustaba ser ignorada.

-Otome sensei y yo fuimos vecinos hace muchos años- dije tranquilamente mientras iba a una de las sillas y me sentaba tranquilamente, je, tranquilo, justo lo opuesto a lo que sentía en ese momento, pero no podía dejar que él lo notara, no era el mismo de antes e iba a demostrárselo.

-Efectivamente Fukushima era mi pequeño vecino hace algunos años- dijo yendo hasta el escritorio, pero simplemente tomo un libro de música, al parecer esperando a que llegaran el resto de los alumnos.

                Pronto la sala estuvo llena de alumnos, el rumor del bello profesor se había extendido y la mayoría de los chicos eran mujeres que al parecer ya se habían convertido en admiradoras de Yasu, por alguna razón eso me molestaba. Pero tener algunos fans no es de preocuparse, yo mismo tengo muchos debido a la banda, porque enojarme de que Yasu también los tenga, además como no tenerlos, él era condenadamente hermoso y a diferencia de mí, él siempre lo había sido.

-Muy bien, estoy contento de que muchos hayan querido unirse al club de música, primero quiero ver sus habilidades, sé que muchos no tocan ningún instrumento pero de seguro muchos i lo hacen, así que quiero ver que tienen- dije poyándose contra el escritorio- veamos, quien quiere ser el primero.

                Pasaron algunos estudiantes a demostrar sus habilidades, aunque ninguno era extraordinario, solo común, confundían muchas notas, trabajo de novatos. Al parecer a Yasu no le gustaba mucho la situación, tenía una cara de “no esperaba que fueran tan malos por dios”

-Mi turno- dije levantando la mano con una bella sonrisa, Yasu levanto una ceja mirándome con una sonrisita y me hiso un ademan de adelante.

-¿Que instrumento tocas?- pregunto al verme deambular por los instrumentos.

-De todo un poco en realidad- dije dirigiéndole una sonrisa para detenerme en el piano -pero hoy tocare el piano, para ser específico la canción que tú mismo me enseñase hace muchos años.

                Yasu pareció levemente sorprendido, la primera canción que me enseño fue Para Elisa, y cuando se marchó yo aún no había logrado aprenderme ni la primera parte. Simplemente me miro mientras me sentaba en el banquillo. Comencé a tocar, mi destreza con el piano había aumentado considerablemente con los años y ahora para mi tocarlo era un juego de niños, no era tan bueno como el pero bien que podría darle competencia. Al finalizar todos los demás estudiantes aplaudían y decían cosas como “no se esperaba menos de Ryo”  “Kya es tan genial”, simplemente dirigí mi mirada a Yasu al acabar y este me miraba con gran sorpresa en su rostro.

-Muy bien , ya puedo ver sus habilidades, para la siguiente clase les daré unas partituras, ustedes intenten practicar un poco si- dijo recogiendo sus cosas mientras todos salían. Yo esperaba que a menos me dijera buen trabajo o algo así después de mi deslumbrante actuación, me sentía un poco decepcionado –Señor Fukushima, espere un momento, tengo que hablar con usted en privado.

                Mi corazón dio un vuelco, en verdad dijo eso o estaba soñando. En fin, me quede quieto mirándole de reojo esperando a que todos salieran, mientras el simplemente recogía sus cosas.

-Has mejorado mucho Ryo- dijo el cuándo finalmente todos salieron.

-Si eso es lo único que tenías que decirme me marcho, tengo cosas que hacer- dije intentando parecer indiferente, cosa que rara vez hacía.

-Oh, parece que no solo tu físico ha cambiado, estas más desafiante ahora- dijo mirándome algo divertido mientras encendía otro cigarrillo.

- Y tu no has cambiado nada, ya te dije que no es correcto fumar aquí- dije acercándome y tomando su cigarrillo de su boca y apagándolo al tirarlo al suelo y pisarlo – aquí no se puede fumar, si quiere hacerlo vaya afuera.

-Pues veo que algo si no cambio, sigues siendo un amante de las reglas- dijo – sonriendo divertido.

-Y tu aun te gusta romperlas, recuerdo cuando estaban en secundaria, no pasaba un dia sin que te metieras en problemas, ¿Cómo demonios acabaste como profesor?- pregunte viéndole a los ojos.

-Sientes curiosidad eh Ryo- dijo el con expresión divertida- me marcho a casa, quieres acompañarme, ordenare una pizza para cenar, al menos tendré compañía—dijo saliendo del salón sin esperar a que le contestara.

                No sabía qué hacer con esa invitación, medite un momento para luego seguirlo, hoy se suponía que tenía ensayo con la banda, pero no podía declinar la invitación de Yasu. Así que tuve que llamar a Hayato, el entenderá.

-Ah, Hayato, me surgió algo… no podré ir al ensayo…- dije algo nervioso.

-¿Enserio? Esto es raro en ti, nunca faltas a un ensayo, ¿estás bien?-pregunto Hayato preocupado.

-Sí, estoy bien… es que Yasu me invito a su casa a hablar y yo…- no sabía que más decirle.

-¿Yasu te invito?- por un momento pareció meditarlo y luego suspirando dijo –vale, yo le diré a los demás, ten cuidado, y si pasa cualquier cosa llámame sí.

                Colgué y sonreí, en verdad Hayato era un buen amigo, siempre preocupándose por mí. Durante el camino a casa o dijimos ni una palabra y al llegar lo primero que Yasu hiso fue pedir una pizza a domicilio para luego dejarse caer en el sofá, yo no estaba en mi casa y no sabía qué hacer, estaba un poco nervioso, Yasu lo noto y me hiso señas para que me sentara a su lado, medite un momento para luego hacerlo.

-Has cambiado mucho, dime ¿Qué más ha cambiado en ti durante todos estos años?

-Ah bueno…- su pregunta repentina me sorprendió, medite un momento y sin mirarlo comencé a hablar – pues… como vez aprendí a tocar bien el piano y ahora formo parte de una banda muy popular y reconocida, se llama Love Lesson… no sé si nos has escuchado alguna vez.

-Así que Ryo miembro de una banda, quien lo diría- dijo encendiendo otro cigarrillo – supongo que ahora con esa carita y ese cuerpo las chicas te llueven.

-Ah… seria engreído de mi parte decirlo pero si, se me han declarado muchas chicas y eh salido con varias…. Pero no lo sé, nunca me eh enamorado de ninguna- dije sin mirarlo.

- ¿Cómo así? Eh visto a las chicas que te hablaban, eran muy lindas, es raro que no te guste ninguna- dijo el dando una bocanada de cigarro.

- Como explicarlo…- ¡sigo enamorado de ti idiota! Grito mi mente – ninguna me ha atraído demasiado, son lindas para pasar un rato divertido… pero luego de eso no tengo ningún interés particular.

-Ya veo- dijo simplemente aparentemente sin ningún interés.

-Quizás sea gay y todavía no me di cuenta- dije bromeando y riendo.

-Eso es algo que simplemente uno sabe, nunca experimentaste para saberlo, que se yo, con un amigo o algo- dijo el tranquilamente mientras yo me sonrojaba.

-Nunca podría hacer eso con un amigo- dije mirándolo alarmado.

-¿Por qué no? Yo lo hice en la universidad- no podía creer lo que me estaba diciendo, ¿el experimentando con amigos en la universidad? – pero si te da vergüenza hacerlo con amigos búscate a un reemplazo.

-Para ti es muy fácil decirlo- dije molesto, como puede decirme que me busque a alguien para experimentar cuando al único que quiero es a el, así que decidí seguirle el juego –tienes razón, conozco un bar gay cerca de aquí, allí conseguiré de seguro a alguien con quien experimentar.

-¡Esta mal de la cabeza!- el tono molesto de Yasu me sobresalto- si vas a buscarte a alguien con quien hacer esas cosas no lo hagas con desconocidos y menos en un bar gay, a un chico lindo y bueno como tú te devoraran y terminaras violado en algún hotelucho cerca de allí, eres idiota al pensar en algo así.

-Yasu…- me sorprendió mucho que se pusiera así de molesto por eso, acaso ¿el se preocupa por mi? Como sea, no voy a ceder - ¿y que me sugieres? no soy capaz de experimentar con un amigo mío y me dices que no vaya a uno de esos lugares, ¿Cómo quieres que me dé cuenta si soy o no gay?

-Pues…- note como Yasu se puso a meditar, no sé qué cosas le pasaban por la mente, el siempre eran un enigma, conociéndole daría por terminada la charla y me sacaría a patadas de su casa por molestarlo mucho – intenta conmigo entonces.

-Que…. –estaba tan sorprendido que no pude decir nada más.

-Pues soy hombre, y técnicamente no somos amigos, solo conocidos- dijo tranquilamente sin incomodarse ni un poco.

-Pero… sabes que yo soy hombre…. Además de que soy tu alumno- dije mirándole aun sin creerlo.

-Ya te dije que eh experimentado así que el que seas hombre no me preocupa, y que seas mi alumno… pues no soy un profesor común y corriente, eso ya deberías saberlo, mientras tu no digas nada nadie se enterara- dijo riendo levemente, en verdad nunca se lo que pasa por la mente de Yasu.

-Y me permitirías…-trague saliva- besarte y esas cosas…

-Sí, pero solamente besos y alguna caricia, nada de sexo, debo conservar algo de mi integridad como profesor- me observo de reojo, sabía que estaba en duda, pero creo que mi cara toda roja como tomate no disimulaba mucho.

-Acepto- dije intentando verme tranquilo cuando por dentro era un mar de nervios-¿Puedo comenzar ahora?

                Yasu asintió mirándome y se sentó como si esperara a que yo diera el primer paso, no sabía qué hacer, ya había tenido sexo con chicas antes, no entendía por qué estaba tan nervioso, me fui acercando poco a poco a Yasu, sus labios quedaron muy cerca de los mios, coloque una mano en su mejilla y este cerro los ojos, yo también lo hice y me acerque hasta sentir su respiración…

Continuara…

 

 
Say Londey: bueno gracias por leer, pronto traeré el nuevo capítulo, que estén bien byee.






martes, 11 de julio de 2017

Love Lesson capítulo 5




Love Lesson

Capítulo 5: La declaración

                Estaba por demás conmocionado, ¿acaso esto de verdad estaba pasando o era simplemente mi imaginación? Sí, eso debía ser, un sueño, es imposible que esto esté ocurriendo, abrí y cerré mis ojos una y otra vez esperando despertar, pero no lo lograba. Su tacto en mi mejilla era muy real, además de que esos suaves labios también se sentían muy reales, aunque fuera un sueño no tenía intenciones de acabarlo aún, se sentía demasiado bien como para hacerlo, así que simplemente me dedique a corresponderlo.

                Finalmente luego de unos veinte segundos él se fue apartando lentamente de mi quedando con su rostro a pocos centímetros del mío, su mano aun acariciaba mi mejilla y sus ojos estaban posados en los míos.

-¿Esto… es un sueño verdad?

-¿Un sueño?- sonrió divertido, hasta su sonrisa era por demás hermosa –no, esto es muy real.

-¿A si?- dije algo atontado aun, me le quede viendo un poco más, me encantaba admirar tan de cerca ese bello rostro que tenía frente a mí.

                Cuando finalmente entre en razón me aparte un poco de él ahora más confundido que nunca.

-¿Que… fue eso?- pregunte de una manera por demás tonta.

-¿Que no es obvio?- dijo riendo levemente –eso fue un beso, ¿Qué más podría ser?

-Pero… ¿Por qué me besaste?- aún tenía una cara de tonto ya que aún no reaccionaba bien.

-¿Por qué?- dijo sonriendo –simplemente porque me gustas- dijo simplemente esta vez poniéndose levemente serio.

-¿Te gusto?- ahora sí que mi asombro era demasiado grande - ¿pero porque yo te abría de gustar?

-¿Cómo que porque?- pregunto confundido.

-Pues… no me puedo imaginar ser para nada tu tipo, soy un nerd invisible sin ningún atractivo, y tu una estrella brillante que todos adoran.

-¿A si?- dijo riendo divertido, dios esa sonrisa suya lo hacía ver aún más sexy de lo que ya era.

-Si… además por si no te diste cuenta soy un hombre.

-¿Y qué? A ti también te gustan los hombres, ¿o no?

-Si pero yo siempre me vi como un bicho raro desviado… no creo que alguien como tu pueda serlo también.

-¿Bicho raro desviado?- rio nuevamente, al parecer le divertía cada cosa que yo decía- yo no te veo como ningún bicho raro desviado, además si tú me gustas pues entonces ambos seremos bichos raros desviados.

- Todo esto es una broma verdad- aun no me lo podía creer.

-¿En verdad crees que bromeo?-

El volvió a acercarse, esta vez coloco su mano en mi nuca acercándome a él volviendo a besarme, esta vez el beso fue más intenso e incluso introdujo su lengua en mi boca, me quede tan atontado que no supe que hacer, simplemente le correspondí. Finalmente me soltó y sin quitar su mano me miro de cerca.

-¿Aun crees que esto es una broma? – pregunto viéndome muy serio, era evidente que hablaba enserio.

-¿Pero porque yo? Es decir, tienes a todo el colegio… que digo todo el país detrás de ti, puedes elegir a la chica que quieras, alguien hermosa, agradable… o como tu prefieras…

-Ya eh elegido- me miro muy serio- eres tu quien me gusta.

-¿Por qué yo?- pregunte bajando la mirada.

-Nao- tomo mi mentón y me hiso mirarle- ¿acaso no eres consciente de tu belleza y atractivo?

-Yo no tengo ninguna belleza ni atractivo.

-Claro que si- sonrió- eres lindo, amable, ayudas a los demás, incluso quisiste protegerme a pesar de que te harían daño, no quisiste que ellos tuvieran problemas a pesar de todo, no te das cuenta pero no muchos harían eso además…

-¿Además?- trague saliva.

-No lo sé, simplemente me atraes- me miro serio- ¿y yo te gusto a ti? Quiero la verdad.

-¿Q… que?- no sabía que decir, mi rostro se volvió completamente rojo –yo… me gustas Sakaki… en verdad me gustas- dije lagrimeando y cerrando mis ojos fuertemente, si era una broma por parte de él bueno, eh caído completo, ya no importaba.

-Ves no era tan difícil decirlo- él se acerca pero esa vez besa mi frente, luego me mira unos segundos como sondeando mi semblante -¿quieres salir conmigo?

-¿S… salir contigo? – me le quede viendo- ¿salir a dónde?

-¿Que nunca te lo han dicho?- rio divertido- ¿quiere decir que si quieres ser mi novio?

- Ahhh eso…- me quedo helado-¿n… novio?

-Así es, ¿quieres que seamos novios Nao?- dijo serio para luego sonreír encantadoramente –tranquilo, si te aburres de mi puedes dejarme cuando quieras.

                Me quede helado viéndole, esto en verdad tenía que ser un sueño, Hayato Sakaki la súper estrella  que es súper guapo y encantador, el sueño de todas las chicas del país se me había declarado y quería que fuera su novio. Me observaba, era evidente que esperaba ansioso una respuesta, debía decir algo, así que luego de meditar conteste.

-De acuerdo, pero con una condición- dije tragando saliva nervioso.

-¿Una condición?- pregunto el frunciendo el ceño.

-Si… quiero que esto sea un secreto- dije viéndolo serio.

-¿Un secreto? – sonrió divertido -¿te avergüenzas de mí?

-No para nada- dije negando con la cabeza –es solo que… sabes que yo me siento mejor estando fuera del radar, si se sabe que salgo contigo todos me notaran y toda esa atención no me gusta… me sentiría muy incómodo con todos mirándome… y odiándome… cosa que pasara si las chicas se enteran de que estoy contigo…

-Mmm- se quedó pensativo y serio un momento para luego sonreír- de acuerdo, será un secreto.      

                Luego de eso volvió a acercarse y comenzó a besarme, su mano se paseaba por mi nuca y luego por mi cuello, dios, era un excelente besador, aunque eso ya lo suponía, debía de estar en un verdadero sueño, ahora estaba saliendo, aunque en secreto, con Hayato Sakaki.

-Tengo una sola petición- dijo Sakaki alejándose un poco luego de cortar el beso- quiero que desde ahora me llames Hayato, es raro que mi novio me llame por mi apellido.

-Haya… Hayato- dije con dificultad a lo que el sonrió contento y me abrazo.

                Luego de ello yo debía volver a casa para hacer tarea, él lo entendió perfectamente, después de todo sabía que era un nerd estudioso y no por tener ahora novio dejaría de lado mis estudios. Estaciono en la puerta de mi casa, era una casa humilde de un solo piso en un barrio común y corriente. Luego de estacionar se acercó a mí y me dio un beso de despedida.

-Nos vemos mañana Nao-chan- sonrió.

-Hasta mañana Hayato- le volví a besar y salí para dirigirme a mi casa despidiéndome con la mano de él. Era increíble, ahora yo salía con el gran Hayato Sakaki, ni yo mismo lo podía creer.

                Al día siguiente me levante pensando en que de seguro todo fue un sueño, aun así me sentía en las nubes, incluso no me importo que mi hermana, como era su costumbre, me estuviera molestando. Pero cuando salí de casa estaba allí estacionado el auto de Hayato y el sentado en el esperándome, era increíble. Me acerque lentamente, no me creía que me haya venido a buscar.

-Hola amor- dijo el sonriendo yendo hasta mí y besando mis labios, en efecto lo de ayer no fue un sueño.

-Hola Hayato… al parecer lo de ayer no fue un sueño- el rio divertido.

-Fue bien real- me abrió la puerta, entre y nos marchamos.

                En el camino también recogió a Ryo y Shuta, Hinata al parecer iba en su propia conducción, una gran e increíble motocicleta. Por petición mía estaciono a una cuadra del colegio, que me vieran llegar en ese auto rodeado de los Love Lesson es algo que no podría afrontar.

                Los días a partir de entonces transcurrieron normales, estando en público actuábamos normalmente como simples amigos, pero cuando estábamos a solas el no perdía el tiempo en acercárseme para besarme, era tan genial.

                Finalmente un día que yo no trabajaba y que ellos no tenían ensayo con la banda Hayato me invito a ir a la casa de Ryo a jugar videojuegos.

-No creí que las estrellas jugaran videojuegos.

-¿Por qué no?- dijo Hayato riendo – es divertido.

                Llegamos a la zona en la que vivía Ryo, era una casa más grande que la mía, pero normal, pero entonces antes de entrar notamos que estaban desempacando muebles, al parecer alguien se estaba mudando a la casa de al lado.

-¿Tienes nuevos vecinos Ryo?- pregunto Hayato a su amigo.

-Al parecer si… aunque esa casa…- dijo el confundido mirando.

                Entonces mire a Ryo, su rostro se veía extraño, mire y note que miraba a un hombre que estaba allí fumando un cigarrillo, al parecer ese era el vecino que se mudaba, pero por la expresión de Ryo se notaba que le conocía.

-Yasu…- dijo el simplemente.

-¿Yasu? – Pregunte yo -¿Quién es Yasu?

                Por la cara que tenían Ryo y Hayato supuse que ese hombre era muy conocido por ellos, en especial por Ryo, me preguntaba quién era ese tal Yasu…

Continuara…




Say Londey: Bueno aquí concluye el capítulo 5 de Love Lesson dejando por adelantado al nuevo personaje Yasu, espero les haya gustado, sin más que decir nos vemos en el siguiente capitulo ^^

lunes, 10 de julio de 2017

Love Lesson capítulo 4


Love Lesson
Say Londey: hola a todos los amantes del yaoi, aquí traigo el capitulo 4 de Love Lesson recién salido del horno, como siempre me alegra compartir mis historias yaoi con todos, sin más disfruten ^^
Capítulo 4: El peligro que provoca el amar

Estar en este espacio reducido por tanto tiempo no es para nada agradable, ya no se escucha la música ni el bullicio de la gente, supuse que todos ya se iban a sus casas, aunque grite y golpee la puerta nadie viene, es evidente que nadie me escucha, dios, ¿será verdad que debo pasara todo el fin de semana aquí? El solo pensar en eso me deja aterrorizado, creo que luego de esto tendré claustrofobia de por vida, este espacio reducido y cerrado es horrible, además mi familia se preocupara mucho por mí.

Ya me había rendido, ya no pedía ayuda, simplemente debía aceptar esto, entonces escuche unas voces, increíble, esas voces me llamaban por mi nombre, comencé a golpear la puerta y pedir ayuda, y de pronto vi como la puerta frente a mí se abrió, la luz me aturdió un poco pero al enfocar bien note que se trataba de Ryo, uno de los Love Lesson, este me sonrió amablemente y tomo mi mano para sacarme de allí.

-Vaya vaya, al parecer Hayato tenía razón.

-¿Q… que?

-Lo encontré, está en el armario de escobas del segundo piso- dijo Ryo a alguien con quien hablaba por celular.

                En un instante escuche varios pasos que se acercaban corriendo, mire a un lado y allí venia Hayato, Shuta y Hinata corriendo, el rostro de Hayato se le notaba lleno de preocupación.

-Nao-chan, que bueno, me alegro de que estés bien- dijo saltando sobre mí y abrazándome, de la conmoción de ese acto no pude pronunciar palabra alguna.

-¿Qué hacen aquí? Creí que ya se habían ido a sus casas- dije cuando finalmente pude hablar.

-Íbamos a hacerlo, pero Hayato presintió que algo andaba mal –dijo calmadamente Ryo- y al parecer estaba en lo cierto.

-Vi que tus cosas aún estaban en el salón pero no había rastro de ti, supuse que debías estar por aquí- dijo Hayato soltándome.

                Mire a los demás, Shuta me sonreía alegremente, al parecer también se alegraba de verme, aunque la expresión seria de Hinata no cambio en lo más mínimo, él es así de cualquier forma, aunque lo que más me impresiono fue el rostro preocupado de Hayato.

-Gracias…- no pude contenerme más y comencé a llorar – cuando me encerraron creí que debía estar aquí por un buen tiempo, en verdad me alegro de que vinieran a buscarme.

-Tranquilo- dijo Hayato volviendo a abrazarme, esta vez de una forma más tierna sobando mi cabeza.

-Como sea Izumi-kun, ¿Quién te hiso esto?- pregunto Ryo muy serio.

                Permanecí serio, si les decía y ellos les decían a los profesores esos chicos estarían en problemas y se enojarían aún más conmigo y se desquitarían con más fuerza aun, era mejor dejar pasar esto.

-No… no recuerdo quien fue… no vi sus caras…

-Así que fue más de uno- dijo Ryo pensando – debes decirnos lo que recuerdes, esta broma es demasiado pesada, hay que decirle a un profesor.

-¡No!- dije con fuerza, no quería más problemas – el asunto ya está solucionado, no es necesario decírselo a nadie.

-Pero Nao, no podemos simplemente dejarlo pasar- dijo Hayato.

-No es como si fuera la primera vez que me pasa, así que descuiden.

-¿Ya te había pasado antes?- pregunto Hayato con sorpresa.

-No importa, mejor nos vamos, ya irán a cerrar la escuela, muchas gracias por todo- dije a todos haciéndoles una reverencia y salí corriendo rumbo al salón para buscar mis cosas, les agradecía mucho que se hayan preocupado de buscarme, pero yo no quería más problemas, lo mejor era simplemente olvidarlo y hacer como si no pasara nada.

                El siguiente lunes cuando entre al colegio me encontré con esos chicos, al parecer Ruka era la líder de ellos puesto que cuando se acercó a mí los otros la siguieron.

-Espero que el juego del otro día quede entre nosotros- era sumamente hermosa por fuera pero yo ya suponía que por dentro era horrible.

-No le eh dicho a nadie, no quiero problemas- dije continuando con mi camino cuando ella me tomo del brazo.

-Aléjate de Haya-kun, no eres nadie como para estar al lado de alguien como el- dijo bien bajo en mi oído como para que yo escuchara.

                Me libre de su agarre y continúe con mi camino, entonces me curso con Hayato en el pasillo, el hace un ademan de saludarme pero yo paso a su lado como si no lo hubiera visto, él se giró para observarme pero yo simplemente seguí caminando. Ruka sonrió complacida al ver eso. Hayato quedo allí parado preguntándose si había hecho algo malo, mientras yo seguía mi camino. Mi pecho dolía, quería ir con Hayato y ser su amigo, además… creo que hasta me gusta mucho, pero esto es lo mejor, él es una súper estrella querida por todos, no tiene nada que hacer siendo amigo de un nerd invisible como yo.

                En el salón de clases seguía ignorando a Hayato, cuando llego la hora del almuerzo antes de que Hayato se acercara para invitarme a comer como siempre, yo ya tome mi almuerzo y Salí lo más rápido que pude. Ese comportamiento de evasión lo continúe toda la semana, no sabía ni que cara ponía ya que no podía ni verle a la cara, me sentía mal por estar haciendo esto pero no tenía otra opción, quiero volver a ser invisible, es lo mejor para no tener problemas.

                Un día Hayato ya cansado al cruzarse conmigo por el pasillo notando que nuevamente iba a evadirlo el me impidió el paso empujándome contra la pared, cuando intente moverme me impidió el paso.

-¿Me dirás porque desde hace días me estas evitando?- dijo muy serio.

-Eh… no sé de qué estás hablando… yo no te estoy evitando…

-Como que no, cada vez que intento hablar contigo me evades- me observa pero yo soy incapaz de mirarlo a los ojos- lo vez, ahora no siquiera puedes mirarme a los ojos.

-¡Claro que puedo!- dije intentando que no se diera cuenta de mi nerviosismo.

-Demuéstramelo, mírame- dijo firme.

                Me sentía nervioso, no sabía qué hacer, levante la mirada y pude verlo a los ojos, al verlo tan cerca de mí el corazón me comenzó a latir con fuerza, pero al girar mi mirada note que Ruka venia caminando y ya nos había visto así, su rostro parecía muy molesto.

-Déjame- dije empujándolo- simplemente… déjame en paz- sin más me aleje rápidamente.

                Hayato estaba conmocionado, había notado que mi actitud cambio drásticamente cuando mire hacia un lado así que miro en esa dirección y las únicas personas que venían caminando por ese pasillo era Ruka y su amiga.

-Haya-kun, que alegría verte- dijo ella alegremente, él se dio cuenta perfectamente que algo pasaba, la ignoro completamente yéndose como si nada, eso la enfureció de sobre manera, y sabía perfectamente con quien desquitarse.

                Las clases transcurrieron normales, aunque en el receso de la penúltima hora uno de los amigos de Ruka fue hasta el salón, este me llamo con la mano y no tuve de otra que ir a ver que quería.

-Ruka-chan quiere hablar contigo, cuando acaben las clases ve al patio trasero, si no vas no es a ti a quien le aremos daño- dijo mirando a Hayato, ¿será posible que esa chica este tan mal como para que Hayato sea su objetivo?

-Allí estaré- dije simplemente.

                Si lo que quería era darme una paliza pues lo aceptaría, era mejor eso a que le hicieran algo a Hayato, esa chica estaba tan loca que era capaz de hacerle daño a su propio ídolo, y yo no permitiría que le lastimaran de ninguna manera.

                Como fue acordado, al acabar las clases me dirigí a ese lugar.  En efecto allí me esperaban ellos.

-Naoki Izumi- dijo Ruka mirándome –creí haberte dicho que te alejaras de Haya-kun, un ser tan tonto y ordinario no puede estar al lado de alguien como Hayato, él es algo bello y precioso que debe estar rodeado de personas bellas y preciosas.

-Lo sé- dije bajando la mirada- no tengo derecho de ser amigo de él.

-Aun así no haces lo que te digo, te dije que te alejaras de él.

-Lo hice… ya no hablo con él, incluso le pediré al profesor que busque a otro para sus clases…

-¡Mientes!- dijo alzando la vos molesta- él aun te busca, no sé porque, debes dejarle bien en claro que no quieres hablar más con el –dijo ella con una sonrisita maliciosa.

-¡Ya te dije que no es mi culpa el que él me busque!- dije ya bastante molesto, cuando sentí que me golpeaban la espalda con algo, el golpe fue tan fuerte que caí hacia delante apoyando las rodillas en el suelo.

-No le hables así a la señorita Ruka- dijo el tipo que me golpeo levantando mi rostro al jalar mi cabello.

-Te lo repetiré ahora mismo, si te vuelves a acercar a Haya-kun te ira muy mal, incluso el recibirá el castigo por dejar que una basura como tú se acerque a el- dijo Ruka agachándose frente a mí con esa sonrisa maliciosa suya.

-¡No le hagas nada a Sakaki!- dije comenzando a lagrimear –él no tiene nada que ver, si quieres desquitarte con alguien que sea conmigo.

-Mmmm- ella se me quedo viendo para luego sonreír –vale, si eso es lo que quieres jugare contigo- dijo sacando una navaja de bolsillo – juguemos a modelar… aunque esta vez modelare tu rostro.

                El miedo se apodero de mi cuando ella saco esa cosa y la acerco a mí, intente librarme pero dos más se adelantaron y me sujetaron de los brazos impidiéndome moverme. No tenía de otra más que aguantar.

-Si acercas esa cosa dos centímetros más cerca de él hare que te la tragues- escuche una voz, no era ninguno de ellos.

                Alguien sujeto a los tipos de atrás arrojándolos lejos, mire hacia atrás y el que lo habían hecho fue Hinata. Shuta también inmovilizo a el otro sujeto con un movimiento de yudo, no tenía idea de que él lo practicara. Finalmente apareció Hayato el cual se colocó entre Ruka y yo.

-Como dije acerca esa cosa un poco más a Nao y te la hare tragar.

-Haya-kun… ¿esto?- dijo bajando la navaja –solo estábamos jugando, es de juguete.

-Dámela- ella obedeció y la dejo en su mano –conque de juguete- dijo tanteándola notando que era todo menos un juguete –nunca creí que una chica tan linda estuviera tan loca.

-¿Qué haces aquí?- me mira molesta –te dije que vinieras sin decirle a nadie.

-Él no le dijo a nadie, yo simplemente le seguí, y menos mal que lo hice- dije guardando la navaja en su bolcillo –te diré lo que haremos, se lo diré al director y él te expulsara, fin de la historia.

-q… ¿Qué expulsarme… porque? – dijo ella molesta.

-Estaban amenazando en grupo a un estudiante indefenso con un arma blanca, no quiero pensar que hubieras hecho si no llegábamos- dijo Hayato serio.

-No tienes pruebas- dijo ella con aire de superioridad.

-¿Ah no?- dijo haciendo una seña, y se acercó al lugar Ryo el cual filmaba con su celular todo el asunto – tenemos estas pruebas, el director querrá ver el video, menos mal que el celular de Ryo grava genial, incluso el sonido se escucha perfecto, me pregunto que dirán todos en el colegio cuando lo vean.

                El rostro de Ruka se volvió pálido, ella era considerada una niña buena y amable, si ese video de ella comportándose como una matona se difundía su reputación quedaría manchada.

-Sakaki…- dije yo parándome –no es necesario que se lo muestres al director…

-¿Estas bromeando verdad Nao?- dijo el mirándome – después de lo que ella hiso, te golpearon y casi de corta el rostro con una navaja… eso es algo que debemos decirle al director, deben de saber qué clase de persona es ella y sus amiguitos que fingen ser niños buenos.

-No… estoy seguro de que ellos aprendieron la lección…- le miro triste- no quiero que tengan problemas, ellos ya no harán nada más… no quiero arruinarles la vida… además no quiero que el video que gravaron se difunda, eso afectara su reputación y sé que se siente que todos hablen cosas malas de ti.

-Nao…- Hayato me miro unos segundos dudando, hasta que finalmente suspiro –vale- mira nuevamente a Ruka – por la buena voluntad de Nao te has salvado, pero te advierto, vuelves a molestarlo una sola vez mas y ese video te perseguirá hasta tu tumba, sin contar lo que te hare yo personalmente.

                Ruka y sus amigos se fueron corriendo despavoridos. Los otros tres chicos se acercan a mí.

-Vaya estuvo cerca Naoki-kun- dijo Shuta sonriendo alegre estirando sus brazos.

-Menos mal llegamos a tiempo- dijo Ryo sonriendo guardando su celular.

- Me hubiera gustado darles una paliza más grande, me quede con las ganas- dijo Hinata con un aire asesino… algo me decía que este chico era peligroso a pesar de su hermosa apariencia.

-Me alegro de que estés bien- dijo Hayato abrazándome de pronto, para luego apartarse y mirándome molesto – si esos tipos te molestaban porque no me dijiste nada, hubiéramos hecho algo.

-Lo siento… no estoy acostumbrado a pedir ayuda… creí que si hacia lo que me decían ellos me dejarían en paz… además no quería involucrarte…

-La razón de que ellos te molestaran era yo, es evidente que estoy más que involucrado- dijo aun molesto.

-Lo siento- dije bajando la cabeza deprimido.

-Dios…- dijo suspirando para luego levantar mi mentón- me alegro que estés bien… y no creo que vuelvan a molestarte… pero aun no entiendo porque no quieres acusarlos.

-No me agrada la venganza, con que se detengan ya me basta- dije suspirando.

-Nao…- Hayato me miro de una manera extraña, hiso que mi corazón latiera con mucha fuerza.

-Gracias a los cuatro, no sé qué hubiera hecho si ustedes no llegaban- dije haciéndoles una reverencia – tengo que ir al baño, nuevamente gracias por su ayuda… nos vemos mañana- dije y salí corriendo.

                No podía quedarme más tiempo, mi corazón había comenzado a latir con fuerza de solo ver a Hayato tan cerca de mí, y el cómo estaba preocupado, sentía mis mejillas arder y mi corazón se salía de mi pecho, Hayato nuevamente me había salvado.

                El edificio ya estaba casi vacío, todos ya se habían ido, sería mejor que yo también me marchara, pero distraído no note que había alguien frente a mí y termine chocando con esa persona asustándome, al levantar mi mirada note que se trataba de Hayato Sakaki.

-Ah… me asustaste… que haces aquí todavía…

-Vine por ti- dijo sonriendo tan encantadoramente como siempre, ya se le había pasado el enojo de antes.

-¿Por mí?- dije sin comprender.

-El otro día en el festival, no pudiste escuchar nuestro concierto… así que pensé en darte uno privado.

-Que… pero todo el colegio ya cerro, incluso nosotros debemos apurarnos o nos dejaran encerrados dentro.

-¿Hoy trabajas?

-Ah… no hoy es mi día libre.

-Bien, vamos- tomo mi mano y se apresuró a salir jalando de mí.

-Este… ¿A dónde vamos?- pregunte con cautela.

-Es una sorpresa.

                Increíble, estacionado fuera del colegio había un auto deportivo último modelo rojo, el solo verlo me dejaba maravillado, quien podía tener un auto así, costaba más que toda mi casa entera. Pero más me sorprendí cuando Hayato saco unas llaves de su bolcillo presionando el botón que hiso que se desactivara la alarma de ese auto increíble, y a continuación me abrió la puerta haciéndome seña de que entrara, no podía creer, pero el rostro de Hayato me daba algo de seguridad. Entre y el dio la vuelta y entro del lado del conductor.

-¿Este auto es tuyo?

-Sí, fue mi regalo en mi último cumpleaños, aunque rara vez vengo al colegio con él.

-Increíble, mi regalo de cumpleaños fue un par de medias y una camiseta- dije riendo, dios, en verdad hasta monetariamente éramos completamente opuestos.

                El no dijo nada más, simplemente se dedicó a conducir. Luego de un rato conduciendo finalmente se detiene, mire y me sorprendí, era un estudio de grabación. El bajo y me abrió la puerta, yo miraba hacia todas partes muy sorprendido, al parecer para el estar aquí no era la gran cosa pero para mí era irreal. Me hiso seguirlo por los pasillos a paso tranquilo.

-¿Podemos estar aquí? No parece haber nadie- dije algo extrañado.

-Claro, nos permiten venir aquí a ensayar cuando queramos, los cuatro tenemos la llave.

-Increíble… ¿pero qué hacemos aquí?

                Hayato no dijo nada, cuando llegamos a una zona que era para grabar, entramos en el lugar, habían muchos instrumentos, me hiso el ademan de que me sentara, fui hasta donde estaba el piano y me senté en el banquillo, mientras él tomaba una guitarra normal.

-Como te perdiste del concierto te daré uno privado.

-¿Tu sabes tocar?… es decir tu siempre eres el cantante…

-¿Dudas de mis habilidades?- dijo sonriendo divertido.

-No… claro que no…

-No solo toco la guitarra, también el piano y la batería, y Hinata me está enseñando a tocar el violín que es su especialidad.

-Increíble- dije más que asombrado.

                Entonces comenzó con su “concierto privado”, fue increíble, toco tres canciones, cada una era perfecta su estilo, y su voz era completamente hermosa, me sentía en las nubes al escucharlo, en verdad no era un cantante hueco sin nada de especial, él era por demás extraordinario, en verdad tenía la esencia de ser una increíble estrella, me sentía en otro mundo al escucharlo, me mantuve hipnotizado durante todo el tiempo que estuvo tocando.

                Finalmente acabo eh hiso una reverencia a su “gran” publico, aunque lo hiso jugando, yo sonreí y aplaudí emocionado.

-Estuvo increíble Sakaki.

-Me alegro que te haya gustado- dijo acercándose y sentándose a mi lado en el banquillo del piando, sin decir nada ambos nos giramos para quedar de frente al piano- sigues llamándome Sakaki, ¿Cuándo me dirás Hayato?

-Lo siento…

-No te disculpes por eso- dijo riendo.

-Sabes, de niño tome clases de piano… me pregunto si aún me sale algo- dije tocando las teclas, fue un pequeño acorde de una canción pero al menos me salí bien, aunque al final desafine.

-Creo que conozco esa canción- dijo el comenzando a tocar, era increíble, tenía una gran destreza con los dedos, toco toda la melodía perfectamente –si quieres puedo enseñarte- dijo sonriendo.

-¿De verdad?- dije emocionado, me quede unos momentos meditando con una sonrisa en los labios – ¿porque me trajiste aquí? Fue genial en verdad, pero… no entiendo porque me quisiste traer aquí…

-Quería que conocieras un poco de mi mundo, o sea… de las cosas que me gustan… y esto soy yo, amo hacer música.

-Y lo haces increíble, nunca pensé que fueras tan bueno, tu vos es genial, tocas increíble todos estos instrumentos… eres… maravilloso…

-Oh…- dijo mirándome sonriendo –nunca me habían dicho maravilloso- dijo riendo, me sonroje un poco.

-Disculpa… no quise ofenderte ni nada…

-No me ofendes, fue divertido - dijo pasando su mano por mi mejilla - eres tan lindo.

                Me estremecí ante su tacto, sentí una corriente eléctrica que me atravesó el cuerpo completo, no sabía qué hacer, mire hacia un lado intentando que no viera mi rostro sonrojado, lo que este chico provocaba en mi era demasiado intenso. Cuando tuve el valor de volver a verlo todo paso demasiado rápido, el coloco su mano en mi mejilla haciendo que lo mirara y sin más me beso…

Continuara…





Say Londey: Bueno, muchas gracias por leer, espero les haya gustado, en lo personal me encanta esta pareja Hayato x Naoki, es raro que la que escribió la historia tenga favoritos pero que se le va a hacer, y bueno, pronto subiré el cap 5 de Love Lesson, además de que no olvido que tengo pendiente mi otra historia de los hermanos, bueno, sin mas que decir, nos vemos ^^